EL SILENCIO DE LA AURORA

Poema en Triple Decima Decasílaba 

EL SILENCIO DE LA AURORA

Cae la tarde… el silencio ahoga

el corazón se lamenta en calma,

es tarde… la sombra arropa al alma,

la noche cae, la luna azoga,

oscurece tras pasar la toga,

lagrimas bañan… el fin encalla,

suelta de marra… ¡La luz batalla!

el sutil fresco en cabello adora,

soleva el silencio de la aurora,

alcea la sombría muralla…     

Despierta el alma de su congoja,

renace la amada luz del alba,

solea mi estancia… luce enalba,

en altas de mi morar se aloja,

callada lancea como una hoja,

se ilumina la tarde callada,

en brotes pálpitos de morada,

la brisa traslucida de calma

traspira en lanzada pura al alma,

luz que realza en altares de hada…  

Está en hallares de mi semblante

la luz que refleja mi alma amada,

que guardo dentro de mi morada,

ya gozoso estoy de ser tu amante,

guardarte dentro de mi… flamante,

merecerte… sentirte en mí yacer,

gozarte al fluir en mi atardecer,

ser de la sombría del ayer,

floreciendo en luz de anteayer,

cuando llegue a mí… tu amanecer…

Autor: Luis P. Limiñana

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PIEDRA

                 Doble Decima Endecasílaba con coletilla o terceto libre...

PIEDRA

Piedra, tú que siempre has estado ahí,

que me viste nacer, crecer, vivir

y cada día me ves en morir,

cuantas veces he andado por tu lado,

cuanto sin querer me habrás lastimado,

pues aún así te he tenido apego,

se que siempre te he tenido a mi lado,

pero si, cuando te he necesitado

a mi lado como piedra has estado,

siempre sé que cerca has estado ahí…

Piedra ¿Si has visto las vidas pasar?

pues las has visto nacer y morir,

cuanta sabiduría as de adquirir,

te he cogido y apretado en mi mano,

y sin saber te he estado observando,

¿Cuántas vidas han pasado por tu ego?

cuántas sin saber de ti, te han cogido,

¿Te preguntan, el mismo cometido?

¿Estarás cuando me valla? ¿Te has ido?

piedra seré polvo y me has de pisar…

Te dejo pues ahora ahí en el suelo,

aquí quedas para una eternidad,

ahora yo marcho a lo mismo en paz...

Autor: Luis P. Limiñana

Licencia de Creative Commons
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POESIA, ARMA LEGADA

Poesía, arma legada al alma,
que guarda callada para el mañana,
suspiros que manan hasta el alba,
callada queda… en silencios de calza…

Poesía que camina entre collages
de matorrales y sendas rasgadas,
canto del alma, que allana caminos
y construye moradas… fortaleza del alma…

Poesía arma del poeta, cual no calla,
y en silencio derrama palabras,
lanzadera del alma… de piedras y paja,
con ellas grandes murallas levantas,
murallas cargadas de dolor, despecho
y amor, guardaran en ella una eternidad,
eternas palabras del poeta, del narrador,
despojadas al viento… buscaran alojamiento.
Caminaran en veredas, cañadas
y en desierto… despojándose de su aliento,
sonaran en el silencio de lo más adentro,
al sediento de amor saciara, al alma sanara,
alimento eterno… que salva al alma, al alba…

Poesía, flujo que mana desde la morada del alma,
cántico fluyente del  poeta, que entrega al alma,
guardiana de las palabras del tiempo,
recordadas en momentos de quebrantos
por quien calla en mansa calma, en ansiados momentos,
momentos para la poesía, que acalla al lamento,
acariciando en silencios, para el recuerdo de aquel poeta,
que llamaba a tu puerta, para que despertara en ti la mañana…

Poesía, manto florido… que cubre al alma.
Poesía, desnudo cubierto… traslucido al alba,
Poesía, brisa fresca… cúbreme con tus aromas,
renueva mi estar… confórtame,
sálvame del callado silencio del amar,
deja que fluya… cubriéndome de bienestar… ¡sáciame!…

Autor: Luis P. Limiñana

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